EL CORAZÓN DE JESÚS DENTRO DE LA EUCARISTÍA

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Opúsculo piadoso, traducido del francés, y compuesto por la Congregación del Santísimo Sacramento, fundada por San Julián Eymard, en donde se expone de manera piadosa la unión del Sacramento y el Corazón de Jesús. Para las almas amantes y que forman parte de asociaciones de adoración, este libro es ideal.



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DEVOCIÓN A LOS DOLORES INTERNOS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

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  SAN EZEQUIEL MORENO EL APÓSTOL DE LOS DOLORES INTERNOS El bienaventurado Ezequiel estaba  enamorado de Jesucristo . Su alegría y su fortaleza, inquebrantable y siempre confiada, nacían directamente de su amor al Corazón de Jesús. De ahí procedía su fuerza persuasiva y su omnímoda libertad respecto del mundo civil y eclesiástico de su tiempo. Un par de textos -escritos, claro está, en el estilo de su tiempo- podrán ilustrar las afirmaciones precedentes. Siendo obispo, el 3 de mayo de 1903, y estando en la costa del Pacífico, escribe a las hermanas de la  Liga Santa de Víctimas del Sagrado Corazón  una carta en la que, de contar alguna noticia suya, pasa inmediatamente, como sin darse cuenta, a expresar la dulzura de su amor a Jesucristo: «Va ésta a decirles que las tengo presentes en el Sagrado Corazón de nuestro amado Jesús en estas soledades. ¡Qué consolador es tener por estos retiros a un Dios a quien amar y con quien tratar! ¡Y qué triste sería esto sin ese Dios amoroso!... ¡Oh du
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TODO POR EL CORAZÓN DE JESÚS

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  ¡Todo para que Tú reines, Corazón Sagrado de Jesús!   ¿Sabemos lo que esto quiere decir, la eficacia y ardor apostólico que encierran estas palabras? El Todo para que Tú reines es la varita mágica que todo lo convierte en amor. Con esta pura intención de amar al Corazón de Jesús y extender su reinado de amor, estarán nuestras obras movidas por la caridad divina, serán obras de caridad y participarán del mérito eminente de esta reina de las virtudes, sin perder el suyo propio. Serán de mayor mérito y más gratas a Jesucristo.   -Todo: agradable, penoso, doloroso, alegre, todo mi cuerpo y toda mi alma, todas mis actividades, todos mis asuntos, proyectos y planes, todos mis entusiasmos e ideales.   -Para que Tú reines: sin interés propio, sin miras personales, sin buscar la recompensa. Para vencer el desaliento, para acometer la obra difícil, para practicar la virtud, suba fervorosa a nuestros labios el todo para que Tú reines Corazón Sagrado de Jesús, y entonces veremos cómo
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